El argumento es claro, son adictos y sin eso no pueden vivir y hacerlo en casa solos como que no es lo mismo. Han prometido por Mr. Larios que estarán separados siempre por un metro o dos de distancia, o según de borrachos vayan, un palmo. Además un portavoz dice "que no nos pasaremos los cubalitro ni la sangria de mano en mano, tendremos vasos de plástico y guantes para todos para no contaminarnos del beefeatervirus ese".
La policia local ya advierte, "aunque ha disminuido el trabajo por una parte, ya que no hay que ir a los colegios, los robos descienden, no hay accidentes, tenemos que controlar los movimientos de los vecinos, y sino tienen un justificante del Ayuntamiento para el botellón, serán multados"
El Ayuntamiento no se quiere pronunciar pero un concejal nos susurra por lo bajini, "si luego se acuerdan de votarnos... aunque no se si se aclararán con la papeleta con el pedo que llevan."
Otros grupos de vecinos han empezado a sublevarse también pidiendo por ejemplo que fumar, aparte de poder ir a comprar al estanco les sirva para quedar con la Jessy y la Jenny y poder cotillear un rato, aunque sea a base de gritos, como siempre.
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