El portavoz del gobierno regional ha anunciado hoy en rueda de prensa que "el gobierno regional está siguiendo una línea de trabajo basada en la posibilidad de convertir el Mar Menor en una piscina gigante al servicio de los turistas".
Los argumentos aportados son contundentes. "Estamos recibiendo una enorme presión por parte de entidades y ciudadanos a los que les importa un pijo el ecosistema. Quieren agua trasparente y nada de algas ni medusas. Y también quieren espacio para tomar el sol, playas kilométricas que no existen de forma natural. Eso, según todos los expertos, es incompatible con el mantenimiento del ecosistema, por lo que estamos barajando mandar a tomar por culo el Mar Menor tal y como lo conocemos. Muerto el perro se acabó la rabia. Además, al PP de la Región siempre le ha importado un pijo el medio ambiente. Nadie nos podrá acusar de desviarnos de nuestra trayectoria. ¡Si hasta intentamos urbanizar Calblanque!", comenta el portavoz del Gobierno Regional partiéndose la caja.
Representantes de hosteleros y visitantes se felicitan por el éxito. "Ya está bien de tanto ecologista y tanto pato y tanta ciencia. No nos dejan ni vivir, ni trabajar ni nada. Una piscinica alicatada para que la gente tome el sol, con sus buenas explanadas para construir hoteles, y dejamos algunas zonas para criar doradas y langostinos y "palante". Nos alegra que el Gobierno Regional se haya caído del burro", comenta un portavoz oficioso de algunos colectivos.
ANSE, Pacto por el Mar Menor y otras organizaciones han hecho público un manifiesto mostrando su perplejidad. "Siempre sospechamos que era lo que querían, pero no que lo fueran a decir tan claro", comentaba Pedro García.
En las redes sociales muchos usuarios se felicitan por la decisión. "Al final hacen caso, ahora que abran los canales y todo limpio", tuiteaba franxi con una foto en bañador y pose tipo Martini. En Facebook una gran cantidad de usuarios han aplaudido la medida. Eso sí, muchos pedían la construcción de un acuario para poder ver caballitos con sus zagales. "Y alguna medusica también. Pero ahí, detrás de cristal", llegaba a pedir un visitante de la capital de la Región.
Según un representante de la administración, "con esta medida todo el mundo contento: el cloro matará las microalgas, la sal ya no hará que pique la piel, los agricultores podrán seguir nitrificando el terreno, los visitantes no se llenarán los pies de arena al salir, los bares tendrán que barrer menos... Son todo ventajas, la verdad, no sé cómo no se nos ocurrió antes. Los únicos que están cabreados son los ciudadanos preocupados por el medio ambiente, pero son cuatro cavernícolas que preferirían vivir en el paleolítico".
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