En Los Alcázares, a orillas del Mar Menor, en la Región de Murcia, se jactan de vivir una Semana Santa diferente a la del resto de España, en la que imperan procesiones y solemnidad religiosa. Pero de un tiempo a esta parte a Iglesia local ha decidido recuperar algunas procesiones, lo que ha dado lugar a ciertos roces entre creyentes y laicos durante las celebraciones. Pero he aquí que la empresa organizadora del desembarco berberisco, evento estrella de las fiestas, que simula un ataque berberisco a los campesinos y pescadores de la zona, ha encontrado la solución: Jesucristo será la estrella del desembarco.
Parece ser que siempre surgía la disyuntiva de qué hacer con la procesión el día del desembarco y el desfile para que no se solaparan ambas, pero he aquí que a un miembro de la empresa organizadora del desembarco se le ocurrió un día una genial idea. ¿Y si podían lograr mezclar ambas cosas? Y se pusieron manos a la obra. “Lo hemos llevado con el máximo secreto, pero ahora que se ha filtrado, nos vemos en la obligación de desvelarlo”, comenta un portavoz de la empresa Fashion Entertainment, que nos cuenta el desarrollo en primicia, “la idea es la siguiente: primero desembarcan los piratas y atacan a la población. En la refriega, uno de los niños logrará escapar y se pondrá a rezar como un loco. En este punto pondremos unos buenos focos para iluminar al muchacho. Rezará el padre nuestro viejo, el de los deudores, por aquello del rigor histórico. Entonces, una música celestial sonará, y mientras todo el mundo mira al niño o al combate, un barco se irá acercando a la orilla y de eĺ bajará el Mesías, que irá aniquilando a los piratas islamitas e impíos. Será apoteósico, todo el mundo empezará a jalear a Jesucristo, infiltraremos gente entre el público para que griten la consigna ¡Puto amo, puto amo! Va a ser un hito en estas fiestas”.
La parroquia está contenta, y entre las gentes del libro en los Alcázares ven la idea con buenos ojos, “es una buena forma de recordar que en Jesucristo está la salvación, sea ahora o hace siglos”, opina un feligrés a la salida de misa. Desde la administración también están contentos, “menudo pollo se nos montó cuando pidieron hacer el Vía Crucis el mismo día, a la misma hora y en el mismo lugar que el desembarco. Esto de integrar ambas tradiciones nos ha salvado de quedar mal con alguna parte, que nos da más miedo que los berberiscos a las gentes del siglo XVI”, declara el alcalde Anastasio Bastida.
Tras la gloriosa intervención de Jesucristo, la procesión seguirá camino a la Iglesia, pero mientras irá desalojando a los vendedores ambulantes que se vaya encontrando por la playa, “ya que nos ponemos lo hacemos bien, y eso son comerciantes que están molestando en el camino del templo”, declara el portavoz de la empresa. “También queremos que tras la derrota de los berberiscos un par de águilas amaestradas se posen en los brazos de la cruz, como símbolo de la victoria sobre los infieles, tenemos al cetrero trabajando en ello. Y alguna sorpresa que nos guardamos para no contarlo todo, aunque, qué pijo, ya puestos… igual aparece Mahoma también y hacemos un cuerpo a cuerpo. Aunque a esto último hay que darle un par de vueltas”, afirma entusiasmado el portavoz de Fashion Entertainment.
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